Los pozos de agua, sin importar que sean profundos o no, requieren mantenimiento regular. Esto permite mantener en buen estado el manto acuífero y amplía su vida útil. En ese contexto, la limpieza de pozos permite mantener un flujo constante de agua de calidad. ¿En qué consiste y por qué es importante?
Mantenimiento de pozos de agua
Un aspecto importante del mantenimiento de pozos de agua es su limpieza. Esto es importante porque con el paso del tiempo el rendimiento del bombeo de agua tiende a disminuir. En cualquier caso, se requiere la limpieza regular para mantener el flujo constante de agua de calidad.
Ahora bien, ¿con qué frecuencia se debe efectuar la limpieza de pozos? En realidad, no existe un período específico, pues las circunstancias son distintas en cada caso. Sin embargo, lo habitual es que las pruebas de laboratorio arrojen datos importantes sobre la calidad del agua y, como resultado, sobre la viabilidad de realizar los trabajos de limpieza y mantenimiento adecuados.
En algunos casos, es recomendable realizar pruebas cada año para detectar la presencia de bacterias dañinas. Al mismo tiempo, cada tres años se recomienda efectuar pruebas adicionales de los sólidos disueltos totales en el agua, así como del PH. Los resultados de estas pruebas serán determinantes para saber si se requiere un trabajo de limpieza o mantenimiento en particular. Por supuesto, si existen otros elementos más visibles, como olores o sabores anormales, será necesario determinar la fuente de dichas condiciones. Entonces, una vez detectadas, se podrás determinar cuál es la mejor solución al problema.
Adicionalmente, es recomendable que los pozos se inspeccionen cada año para detectar y eliminar cualquier elemento contaminante. En caso que exista una anomalía de cualquier tipo, lo mejor es actuar con prontitud.
Limpieza de pozos
Una de las medidas más efectivas de rehabilitación de pozos de agua es su limpieza. Esto maximiza el flujo del líquido, puesto que no habrá ninguna obstrucción en la tubería o en los conductos de la bomba.
En cualquier caso, existen dos métodos comunes para efectuar la limpieza de pozos. El primero consiste en agregar productos químicos fabricados especialmente para disolver los materiales contaminantes en los pozos. Por otro lado, también pueden utilizarse elementos físicos, como cepillos conectados a un taladro de perforación.También suelen utilizarse chorros de agua a presión, que permiten limpiar adecuadamente la tubería.
Ocasionalmente suele utilizarse una combinación de ambas técnicas. Por ejemplo, además de usar agua en el flujo a presión, se pueden incluir productos químicos que aceleren el proceso de limpieza. Esto es especialmente útil cuando existen incrustaciones biológicas o químicas que obstruyen el libre flujo del agua. Por ejemplo, si existen rocas, o cualquier otro tipo de obstrucciones físicas en la rejilla, evidentemente se producirá un problema de bombeo.
Ahora bien, aunque suelen ser eficaces los productos químicos para eliminar las obstrucciones, lo cierto es que pueden generar otro tipo de problemas. De hecho, se podría contaminar el manto acuífero, ocasionando un problema mayor. Por eso, es imprescindible que cualquier técnica de limpieza de pozos sea ejecutada por expertos.