Como su nombre indica, con la designación cimentaciones especiales se hace referencia a la aplicación de técnicas distintas a las convencionales. Entre otras cosas, abarca las cimentaciones profundas, mejoras de terreno y estructuras de contención. En todos los casos, engloba aspectos geotécnicos que permiten garantizar la permanencia de las estructuras y construcciones realizadas.
Evidentemente, debido a las características de las cimentaciones especiales, deben ser ejecutadas por empresas especializadas en este tipo de proyectos. De hecho, su ejecución requiere conocimientos avanzados de ingeniería geoestructural, además de maquinaria diseñada con ese fin. Todo esto permite realizar todos los procesos de construcción y garantizar la permanencia de las estructuras en cuestión.
Tipos de cimentaciones especiales.
Aunque existen diferentes tipos de cimentaciones especiales, podemos destacar algunas técnicas de cimentaciones profundas. Entre estos, los más populares son los pilotes y los micropilotes. Ambos elementos pueden ser ejecutados in situ, de acuerdo a las necesidades del proyecto. Aunque su forma de fabricación es similar, existen ciertas diferencias que les confieren utilidades distintas. Por ejemplo, los micropilotes suelen ser más efectivos en suelos con espacio reducido y para el recalce de estructuras.
Adicionalmente, existen los pilotes prefabricados, que habitualmente se instalan a través de una técnica de martilleo. Conforme se va golpeando la cabeza del pilote, este se va hincando en el terreno hasta que es introducido en el suelo en su totalidad.
Con la finalidad de aumentar las capacidades portantes de los terrenos, pueden tratarse con técnicas de compactación y deslizamiento de suelos. Una de estas técnicas se denomina columna de grava que, como su nombre lo indica, consiste en introducir grava de forma vertical formando columnas hasta la superficie. Para su ejecución se realiza una perforación de pocos centímetros de diámetro. Posteriormente se introduce grava mediante un sistema de inyección y compactación que desplaza las paredes laterales de la perforación, conforme se amplía el espacio ocupado por la grava. Como resultado, mejora significativamente la capacidad portante del terreno. Por supuesto, en combinación con la técnica de pilotes, se logra garantizar la estabilidad de las estructuras.
Estructuras de contención.
Técnicamente hablando, las estructuras de contención no forman parte de los mecanismos de cimentación. Sin embargo, ciertamente requieren conocimientos especializados para su correcta ejecución.
Entre los más populares se encuentran los muros pantalla, que tienen la finalidad de mejorar la resistencia de los suelos. Aunque existen diferentes formas de clasificarlas, habitualmente se dividen en dos grandes grupos: pantallas continuas y discontinuas. Como su nombre lo indica, en las pantallas continuas los micropilotes con los que se construyen no tienen separaciones. Por otro lado, las discontinuas si presentan una distancia visible entre cada micropilote. Para determinar la pantalla más adecuada, es necesario tomar en cuenta las características propias del terreno que se debe reforzar.
Adicionalmente, existen los sistemas de anclajes, los cuáles mejoran las capacidades portantes del terreno. Aunque existen diferentes métodos para su ejecución, habitualmente se utilizan cables o barras metálicas fijas al terreno. Lo más común es que se utilicen en combinación con los muros pantalla para mejorar su eficacia.