Una de las cosas por la que más se conoce Cádiz y su provincia, aparte del carnaval y el arte de su gente, es por los vinos que podemos degustar en esta preciosa tierra. Cádiz, aunque más bien la provincia, es uno de los enclaves vinícolas de nuestro país.

Los principales términos municipales productores vinícolas son Arcos de la Frontera, Chiclana de la Frontera, Chipiona, El Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera,  Prado del Rey, Puerto Real, Rota, Sanlúcar de Barrameda, Olvera, Setenil, Villamartín, Bornos, Trebujena y San José del Valle. Desde 2005 la Junta de Andalucía está trabajando en la consideración de la Denominación de Origen.

En la provincia de Cádiz, podemos encontrar 1.100 ha de viñedos, dedicados a elaborar la parte principal del proceso de elaboración de vinos, la uva. La producción anual suele rondar los 97.000 hl.

Como suele pasar en provincias cercanas donde la agricultura es un eje fundamental en la economía de los pueblos, en los pueblos donde se encuentran los viñedos también es frecuente un clima más bien seco, con pocos días de lluvia al año. Es sabido que la uva es un fruto de regadío y al no haber un clima lluvioso se debe buscar el recurso de alguna forma.

Se recurre normalmente a la construcción de Pozos en Cádiz. Son utilizados para extraer agua, esa agua se encuentra en unos embalses subterráneos, para los cuales los pozos se ayudan de una bomba y una construcción adecuada del mismo se extrae agua a la superficie. Con esta agua que sacamos a la superficie se abastece de regadío los cultivos. Normalmente todos los viñedos suelen utilizar pozos  Cádiz. Es una utilización muy extendida, y en una zona donde es tan importante para la economía local los cultivos, sirve de una utilidad enorme.

El desembolso utilizado en hacer pozos en Cádiz se recupera rápidamente con los cultivos, recolección y proceso de elaboración vinícola en la provincia. ¿Quién no ha probado alguna vez un vino dulce o fino de Jerez o de El Puerto de Santa María? Pues para que veáis la utilidad de los pozos Cádiz, y la utilidad del aprovechamiento del agua subterránea que se le da con el fin del regadío del producto, para obtener así un crecimiento y maduración idónea del producto.